La vida después del ataque cerebral, Matutino de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela
La vida después del ataque cerebral, Matutino de Quilmes, Berazategui y Florencio Varela "Hace falta afecto, paciencia, esfuerzo, contención, constancia. Hace falta que la familia se comprometa y le ponga mucho amor a la cosa. Pero se puede", dice Rita Soler mientras sigue de cerca los movimientos de su papá Jaime, que sufrió un ataque cerebral que lo dejó, de un día para otro, en una silla de ruedas, sin poder hablar y en un fuerte estado de confusión. Tras ese episodio y a partir de un sostenido trabajo de rehabilitación, Jaime camina por sus medios, volvió a hablar y recuperó capacidades cognitivas que se habían visto afectadas. Cuando miran para atrás, los Soler reconocen que se trató de un trabajo arduo y que nunca termina.